Saludos.

¡ Bienvenidos !.

Este es el nuevo blog de la asignatura de Religión del CEIP. GUADALQUIVIR de Sanlúcar de Bda. (Cádiz). Quiere ser un blog de todos y para todos: abierto y participativo. Aquí podéis ver todos los materiales que vayamos colgando: vídeos, presentaciones en power point, artículos, reflexiones,... todo aquello que sea de interés y nos ayude en nuestra formación.
Además para el confinamiento he creado el nuevo blog Profe de Religión en Casa que permite al alumnado trabajar la asignatura desde casa.


viernes, 19 de diciembre de 2014

Solidaridad en el Cole

 Queremos felicitaros a todos/as por el éxito de nuestro VI Mercadillo Solidario de nuestro colegio; vuestra generosidad, participación, compromiso y solidaridad han hecho que un año más demos un gran ejemplo a nuestros hijos e hijas de colaboración en todos los sentidos y podamos asegurar que las asociaciones beneficiarias de vuestro esfuerzo podrán ayudar a quienes se encuentran en una situación de desventaja social y económica, mucho más en estos días que dentro de muy poco celebraremos.
Gracias de corazón.
Os dejamos el video que Costa Noroeste ha emitido en su canal TV.
 https://www.youtube.com/watch?v=SnMbFjzQ0tY
 

martes, 16 de diciembre de 2014

Operación Kilo

 A falta de unos días para las vacaciones de Navidad, fechas en que la luz y la esperanza brilla de una forma especial y nos produce un generoso sentimiento de solidaridad que nace ahora y que crece durante todo el año, nuestras muestras de solidaridad han tenido ya su primer fruto con vuestra participación en la Operación Kilo a beneficio de Cáritas y de nuestros conciudadanos necesitados en estas fechas.
Vuestra generosidad ha provocado que sobrepasemos un año más los 300 kilos de alimentos no perecederos.
Muchas gracias a todos y todas.

 

domingo, 14 de diciembre de 2014

Apoyo a la asignatura de Religión



CEIP. GUADALQUIVIR
RELIGIÓN Y MORAL CATÓLICA

15 de diciembre de 2014.

Queridos padres de alumnos de Religión Católica:

No sé si sabéis que la Junta de Andalucía tiene previsto reducir el tiempo de impartición de esta asignatura de la hora y media actual a 45 minutos. Este tiempo impedirá que la asignatura se desarrolle de manera adecuada incidiendo por tanto en la educación de vuestros hijos, conculcando el derecho que tenéis y que hacéis efectivo al hacer que vuestros hijos cursen religión.

Para intentar evitar esta disminución de horario, los profesores de religión hemos previsto una recogida de firmas para su entrega a la Junta justo al volver de las vacaciones de Navidad.

Le pedimos su colaboración recogiendo firmas entre su familia y conocidos en el modelo que se entregará a vuestros hijos/as.
 Si desea recoger más firmas pueden pedirme fotocopias del modelo. Entre todos podremos conseguir que se rectifique esa pretendida reducción que afecta directamente a la educación de vuestros hijos.
La hoja de firmas debe entregármelas a través de su hijo en esta semana, antes de marcharnos de vacaciones.

Le agradezco su colaboración y me pongo a su disposición para aclararle lo que necesite,


Eva Mª Villagrán Tejero
Profesora de Religión

Tercer Domingo de Adviento




Lo dice Juan Evangelista y lo expresa bien Juan Bautista: él no es la luz, sino testigo de la luz. La luz es Jesucristo. Vamos avanzando hacia la Natividad del Señor que es una fiesta de amor y de luz. El Adviento terminará en próximo domingo, el mismo que abre la semana donde celebraremos la Navidad. Todavía hay tiempo para enmendar algún camino y para allanar alguna senda escabrosa. El Señor Jesús nos espera.

 Bien es cierto, que vivimos tiempos de crispación y hasta de desaliento . Hay una lista interminable de razones para el desaliento y la tristeza: la violencia que no cesa en muchos rincones de la tierra, la injusticia que cubre la vida de millones de personas, la indiferencia ante la Buena Noticia del Evangelio de nuestra sociedad satisfecha en sus propias redes, la insolidaridad ante el pobre y desvalido… Tantas razones para el desaliento y la tristeza.

            Pero hoy, se nos anuncia la alegría como lo hizo Isaías y Pablo en otro tiempo, porque, como dijo San Juan Crisóstomo: “La verdadera alegría se encuentra en el Señor. Las demás cosas, a parte de ser mudables, no nos proporcionan tanto gozo que puedan impedir la tristeza ocasionada por otros avatares en cambio, el temor de Dios la produce indeficiente porque teme a Dios como se debe a la vez que teme confía en Él y adquiere la fuente del placer y el manantial de toda alegría”

            El profeta Isaías ha reflexionado profundamente sobre el verdadero designio de Dios. Éste no se manifestará de la manera brillante que esperan los hombres, sino que se dará a conocer a través de un "ungido", preocupado sobre todo por los pobres de este mundo. Esta salvación se manifestará por la justicia y por la alabanza al Dios vivo.

            El apóstol Pablo escribe a la Comunidad de Tesalónica.  Les invita a que vivan en plenitud la vida en Dios, manifestado plenamente en Jesucristo, la verdadera alegría.  

            Y la seguridad en la cercanía del Señor, que debe ceñir toda la vida cristiana, la concreta en tres aspectos: la alegría confiada y pacífica, en toda circunstancia; la superación de toda preocupación y angustia; la oración de súplica y acción de gracias al Dios de la paz.        

            Muchos hombres y mujeres ante el sufrimiento y los contratiempos se desesperan y se vuelven tristes, aquellos penetrados del Espíritu de Cristo presentan su vida como una ofrenda a Dios y descubren una oportunidad para vincularse más a Cristo y “saben esperar”.

             El convencimiento de que Dios viene a nosotros, razón definitiva para la esperanza y la alegría, motiva un cambio de nuestra condición y posibilita un giro total de conversión a nuestra vida. Así lo advierte Juan Bautista en su predicación para “preparar el Camino al Señor”.

            Juan propone cambio concretos en la vida de cada uno de nosotros, que siguen siendo necesidades previas para la venida del Señor y su verdadera misión es la de preparar el camino para la llegada del Mesías. 


domingo, 7 de diciembre de 2014

2º Adviento


Juan nos grita. ¡Convertíos!
Este es el Domingo de Juan Bautista. El Precursor irrumpe, siempre, en el Segundo Domingo de Adviento, como un fortísimo heraldo pidiendo que allanemos nuestros caminos ante la inminente llegada del Señor. Y ese allanar nuestros abruptos problemas personales no es otra cosa que la conversión. La realidad es que no podemos desaprovechar un Adviento más para mejorar y hacernos más hermanos de todos.

La Inmaculada en mitad del Adviento
El calendario de este año nos trae dos días seguidos de grandes conmemoraciones litúrgicas. Y si el domingo, día 7, celebramos la llegada fuerte de Juan el Bautista en el panorama del Adviento. Y el lunes, 8, la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María que nos da el gozo de honrar a la Madre de Jesús, tan importante para nosotros siempre, y muy especialmente, en el Adviento y en la Navidad. 

viernes, 5 de diciembre de 2014

Cuento " El por qué de la Navidad"

EL POR QUÉ DE LA NAVIDAD

Érase una vez un hombre que no creía en Dios. No tenía reparos en decir lo que pensaba de la religión y de las festividades religiosas, como la Navidad.
Su mujer, en cambio, era creyente y criaba a sus hijos en la fe en Dios y en Jesucristo, a pesar de los comentarios desdeñosos de su marido.
Una Nochebuena en que estaba nevando, la esposa se disponía a llevar a los hijos al oficio navideño de la parroquia de la localidad agrícola donde vivían. Le pidió al marido que los acompañara, pero él se negó.

-¡Qué tonterías! -arguyó-. ¿Por qué Dios se iba a rebajar a descender a la Tierra adoptando la forma de hombre? ¡Qué ridiculez!
Los niños y la esposa se marcharon y él se quedó en casa.

Un rato después, los vientos empezaron a soplar con mayor intensidad y se desató una ventisca. Observando por la ventana, todo lo que aquel hombre veía era una cegadora tormenta de nieve. Y decidió relajarse sentado ante la chimenea.

Al cabo de un rato, oyó un gran golpe; algo había golpeado la ventana. Luego, oyó un segundo golpe fuerte. Miró hacia afuera, pero no logró ver a más de unos pocos metros de distancia. Cuando empezó a amainar la nevada, se aventuró a salir para averiguar qué había golpeado la ventana. En un campo cercano descubrió una bandada de gansos salvajes. Por lo visto iban camino al sur para pasar allí el invierno, y se vieron sorprendidos por la tormenta de nieve y no pudieron seguir. Perdidos, terminaron en aquella finca sin alimento ni abrigo. Daban aletazos y volaban bajo en círculos por el campo, cegados por la borrasca, sin seguir un rumbo fijo. El agricultor dedujo que un par de aquellas aves habían chocado con su ventana.

Sintió lástima de los gansos y quiso ayudarlos.
-Sería ideal que se quedaran en el granero -pensó-. Ahí estarán al abrigo y a salvo durante la noche mientras pasa la tormenta.
Dirigiéndose al establo, abrió las puertas de par en par. Luego, observó y aguardó, con la esperanza de que las aves advirtieran que estaba abierto y entraran. Los gansos, no obstante, se limitaron a revolotear dando vueltas. No parecía que se hubieran dado cuenta siquiera de la existencia del granero y de lo que podría significar en sus circunstancias. El hombre intentó llamar la atención de las aves, pero solo consiguió asustarlas y que se alejaran más.
Entró a la casa y salió con algo de pan. Lo fue partiendo en pedazos y dejando un rastro hasta el establo. Sin embargo, los gansos no entendieron.

El hombre empezó a sentir frustración. Corrió tras ellos tratando de ahuyentarlos en dirección al granero. Lo único que consiguió fue asustarlos más y que se dispersaran en todas direcciones menos hacia el granero. Por mucho que lo intentara, no conseguía que entraran al granero, donde estarían abrigados y seguros.

-¿Por qué no me seguirán? -exclamó- ¿Es que no se dan cuenta de que ese es el único sitio donde podrán sobrevivir a la nevada?
Reflexionando por unos instantes, cayó en la cuenta de que las aves no seguirían a un ser humano.

-Si yo fuera uno de ellos, entonces sí que podría salvarlos -dijo pensando en voz alta.
Seguidamente, se le ocurrió una idea. Entró al establo, agarró un ganso doméstico de su propiedad y lo llevó en brazos, paseándolo entre sus congéneres salvajes. A continuación, lo soltó. Su ganso voló entre los demás y se fue directamente al interior del establo. Una por una, las otras aves lo siguieron hasta que todas estuvieron a salvo.

El campesino se quedó en silencio por un momento, mientras las palabras que había pronunciado hacía unos instantes aún le resonaban en la cabeza:
-Si yo fuera uno de ellos, ¡entonces sí que podría salvarlos!

Reflexionó luego en lo que le había dicho a su mujer aquel día:
-¿Por qué iba Dios a querer ser como nosotros? ¡Qué ridiculez!

De pronto, todo empezó a cobrar sentido. Entendió que eso era precisamente lo que había hecho Dios. Diríase que nosotros éramos como aquellos gansos: estábamos ciegos, perdidos y a punto de perecer. Dios hizo que Su Hijo se volviera como nosotros a fin de indicarnos el camino y, por consiguiente, salvarnos. El agricultor llegó a la conclusión de que ese había sido ni más ni menos el objeto de la Natividad.
Cuando amainaron los vientos y cesó la cegadora nevada, su alma quedó en quietud y meditó en tan maravillosa idea. De pronto comprendió el sentido de la Navidad y por qué había venido Cristo a la Tierra. Junto con aquella tormenta pasajera, se disiparon años de incredulidad. Hincándose de rodillas en la nieve, elevó su primera plegaria: "¡Gracias, Señor, por venir en forma humana a sacarme de la tormenta!"

Con este relato, les deseo con cariño una felicísima Navidad en la que el Niño Jesús les colme de bendiciones.

Javier López
Web Católico de Javier