LA CARTA
Dedicatoria a los niñ@s de D. José Palomas Agout, párroco de Ntra. Sra. del Carmen.
Cuento para los
niños de Primera Comunión.
Parroquia de Ntra. Sra. del Carmen. Sanlúcar
de Barrameda.
-“Ha
llegado el correo”, dijo el secretario, mientras depositaba un sobre
encima de la mesa de trabajo. Miró por encima del cristal de sus gafas de cerca
y leyó “Carta a Dios”. Efectivamente
era para El. “Sanlúcar de Barrameda,
España”, decía el remite.
Entonces pensó: “Esto me huele mal”, porque últimamente
no le llegaban buenas noticias de ese país.
Como no tenía el
ánimo para muchos sobresaltos,
-“A ver, Alborada, dijo a su secretario, léeme la carta, que estoy muy cansado”.
Éste abrió el sobre con parsimonia, se aclaró la voz y…
Querido Dios:
Somos un grupo de
niños que vamos a hacer la Primera Comunión. Nuestras catequistas nos han
explicado que eres muy bueno y nos quieres mucho. También nos han contado que
llevas siglos y siglos intentando convencer a las personas para que cambien y
sean mejores, pero que, hasta ahora, no has tenido mucho éxito. Y como la gente
no te escucha, hay guerras, hambre, violencia y odio.
Pues nosotros
hemos decidido echarte una mano y desde ahora nos vamos a portar bien, ayudando
en casa, haciendo las tareas del cole y no olvidándonos de los pobres.
Así que cuenta con
nosotros. Estos son nuestros nombres:
Rafael
Ahumada Romero.
Ana Belén Martínez
Rondán
Sheila María
Salguero Silva
Rita
Armentero Venegas
Rocío
Monge Sevillano
Andrea
Vidal de los Reyes
Ana
Atienza Serrano
Marina Pérez Pérez
Sergio
Ballén Sánchez
Alfonso
Palacios Pérez
Carmen
Yolanda
Domínguez Ruíz
José Luís
Díaz Cordero
Daniel
Sánchez González
Mercedes
Ancela Bustillo
Angela María
Rendón Ramírez
José Carlos
Morales Bernal
Carmen María Ocaña
Espinar
Estrella
Núñez Benítez
María
Calvo Pérez
Manuel
Vidal del Mora
García
Caballero de las Olivas
Y no te preocupes,
ya verás como poco a poco todo se va arreglando.
Un beso grande.
Cuando el
secretario terminó la lectura, Dios estaba limpiando sus gafas empañadas por las
lágrimas.
-“¿Ves como la gente es buena? ¿Cuántas veces te he dicho que no seas
tan pesimista?”
-“¿Yoooooo?”
-“Sí, tú. ¡Siempre con esa cara de palo! ¡Hay que alegrarse, hombre!
¡La vida es bella!”
(Alborada guardó
silencio. ¡Cualquiera contradice al jefe en estos tiempos!)
Haciendo un gesto así
con el dedo, Dios, le indicó que se acercara. Bajó la voz y susurró:
-“¿No teníamos escondida por ahí una botellita de
Champán?”
El ángel dio un
respingo y…
-“Pero, Señor, con todos los respetos, recuerde que el médico…”
-“Y dale con el régimen. Anda, sé bueno. Es un sorbito, un chin de
nada. Total un día es un día”.
Reclinado en su
sillón favorito se deleitaba con el hervir de las burbujas en la copa. Entonces
dijo:
-“¿No está un poco oscuro este despacho?”
Inmediatamente,
Alborada subió las persianas y la habitación quedó inundada por la luz de
millones y millones de estrellas.
-“Je,
je, jeeee. La verdad es que me costó casi una semana de duro trabajo, pero ha
quedado realmente mara-villoso”.
Cerró los ojos y
pensó:
-“Ahora no sé qué es más hermoso, si el universo o el corazón de estos
niños. ¡¡Soy tan feliz!!
Entonces su ángel-secretario
apagó la luz y lo cubrió con una mantita de nubes, no fuera a coger frío.
Porque Dios se
había quedado dormido. Chissssss.
Sanlúcar
de Barrameda, 29 de Abril del 2012.
Parroquia de Nuestra Señora del Carmen.
José Palomas Agout.
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