La Romería del Rocío es una fiesta de carácter religioso dedicada a la Virgen del Rocío. La Romería comienza el sábado vísperas de Pentecostés, a las doce de la mañana, con la presentación de las Hermandades Filiales en riguroso orden de antigüedad ante las puertas del Santuario, donde una nutrida representación de la Hdad. Matriz de Almonte con su Presidente, Hermano Mayor y Alcalde de la villa las van recibiendo. Cada una de estas Hermandades detiene brevemente su carreta de Simpecado mirando a la puerta principal del Santuario, entonándose algún cántico dedicado a la Virgen.
Al día siguiente, domingo de Pentecostés, a las diez de la mañana, en un lugar denominado el Real del Rocío y ante el monumento erigido para la coronación, tiene lugar la Eucaristía. La Misa Pontifical. En un altar levantado al efecto se sitúan los Simpecados de las Hermandade. El lugar se transforma en Templo que alberga la oración callada, el llanto contenido, el canto y el silencio profundo… la Palabra de Dios.
Convivencia, alegría y hermandad no faltan en esa mañana de Pentecostés. En la noche del domingo tiene lugar el Santo Rosario en la explanada de “El Eucaliptal”, donde van llegando los estandartes de cada Hdad. acompañados por miles de romeros. La noche se llena de avemarías y salves y una letanía, entre luminarias y titineos de campaniles, inunda el aire trémulo de la madrugada. Ya no habrá sosiego, el Simpecado Almonteño se encamina lentamente a la Ermita, donde no cabe un alfiler. Los almonteños cuentan los minutos para sacar en procesión a su Patrona. Es la madrugada del lunes, sin horas y sin tiempo, que avanza impaciente. Pero por fin, en esa hora imprevista de cada año, saltan la reja, rescatan a la Virgen y se inicia la procesión; las andas de plata parecen navegar entre un mar de fervor. Toda la aldea se ha echado a la calle, las campanas enloquecidas no dejan de sonar y una algarabía de vivas y más vivas van vitoreándola entre pétalos de rosas y plegarias de flores.
La Virgen del Rocío utiliza en la actualidad dos tipos de vestidos: de Reina y de Pastora:
La imagen de Ntra. Sra. la Virgen del Rocío en su caracterización de Reina, utiliza rico vestido usado en la época barroca por las reinas y la nobleza. La falda está acampanada y adaptada a un armazón rígido.
El corpiño está cerrado en su cuello y las mangas de bello encaje están embutidas en otras del mismo tejido que el de la falda. Se presenta con los atributos de corona real, diadema de rayos rematados en estrellas de seis puntas, adornado con piedras preciosas, cetro, el Niño Dios en los brazos vestido también con atributos de realeza; a los pies, el creciente con sendas estrellas de ocho rayos en las puntas y un querubín alado en su mediación.
El vestido de Pastora, es totalmente diferente al anterior siendo utilizado en las venidas de la Virgen a Almonte así como en su regreso de nuevo a la Aldea. En la actualidad, son cada siete años cuando se produce este acontecimiento. El vestido tiene una falda acampanada y una capa corta. Lleva un sombrero adornado con flores y unas cintas de seda que cubren una preciosa cabellera. El Niño a su vez, también es vestido de “pastorcito”. Cuando la Virgen es llevada a Almonte, se le cubre el rostro con un pañito bordado. Un capote protege toda la imagen del polvo del camino.
Relación de hermandades rocieras por orden de antigüedad.
Estos horarios son los Oficiales y nada tienen que ver con los sujetos a
las Peregrinaciones de las distintas Hermandades Filiales o actos
litúrgicos especiales.
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