Tradiciones españolas del Día de Todos los Santos
Los católicos estamos de fiesta porque el 1º de noviembre se celebra a
todos los santos. Esa es la verdadera fiesta de estos días, celebrar a
los monstruos y a las brujas no es de cristianos. Celebrar el día de
muertos es una tradición nuestra, y es bueno que como
cristianos hagamos oración por nuestros difuntos. Pero ¿por qué celebrar
la fiesta de todos los santos? ¿Quiénes son los santos?
Los santos no son personas diferentes de nosotros, en todos los tiempos
ha habido santos, de diferente edad, unos niños, otros jóvenes, adultos,
viejitos, hay santos y hay santas, unos flaquitos, otros gorditos, unos
muy inteligentes otros muy sencillos, algunos han nacido muy ricos
otros fueron muy pobres, unos son blancos otros negros, unos han sido
santos desde pequeños, otros llevaron una vida en la que no conocían a
Dios, y se portaron muy mal, pero cuando se encontraron con Jesús,
cambiaron, y decidieron ser felices siguiéndolo.
Todos, pero todos, estamos llamados a ser santos, Dios nos quiere
santos, y para eso nos dio el Don de la Fe, fue su regalo cuando nos
bautizaron, y todos los que estamos bautizados tenemos que ser santos,
pero también tenemos que querer serlo. El Don de la Fe es
más grande que todos los súper poderes de tus héroes favoritos y además
es de verdad. Pero la fe no es para tener unos músculos muy fuertes, o
para poder volar, o ver a través de las paredes, ni para golpear a
nadie.
Ser santos es querer seguir a Jesús, actuar como él, hacer el bien como él, amar como él. SER SANTO ES SER AMIGO DE JESÚS.
(ACIPRENSA)
·GALICIA: SAMAÍN
Los gallegos no celebran Halloween, celebran Samaín (Samhain),
una tradición ancestral que conmemoraban los celtas mucho antes de que el
Halloween anglosajón inundará el mundo. Los celtas lo celebraban en la noche
del 31 de octubre, cuando llegaba el fin de la temporada de cosechas y daba
comienzo el "Año Nuevo Celta", lo que suponía la entrada a una
estación más oscura. Durante la noche de Samaín desaparece el límite entre el
mundo de los vivos y el de los muertos. La tradición manda decorar las casas
con adornos grotescos y vaciar calabazas para meter velas para espantar a los
malos espíritus; o disfrazarse de uno de ellos con pieles y cabezas de animales
para que pasen de largo.
En la actualidad, en muchas aldeas gallegas las familias
salen por la noche a los cementerios para rezar a las almas de los muertos a la
luz de las velas. Las mujeres se pasan ese día limpiando las piedras del campo
santo y poniendo flores para tener todo preparado para la noche. En Samaín
también es muy típico celebrar el magosto, una reunión entre amigos y
familiares donde se asan castañas y se cuentan historias junto al fuego.
·CANARIAS: LA NOCHE DE LOS FINAOS
Según la tradición, los canarios celebran la noche de los Finaos, una
tradición que hace que todos los miembros de la familia se reúnan en
casa para recordar a sus finaos, es decir, a sus muertos. Normalmente la
madre o la abuela cuenta historias, anécdotas y chascharrillos de todos los fallecidos de la familia. En esa reunión familiar no falta una
buena merienda con los frutos de esta época: piñones, nueces, manzanas,
castañas asadas y almendras que acompañan con vino dulce, anís y ron miel (para entrar en calor).
Con el paso del tiempo, esta tradición ha salido a las calles y los pueblos celebran la noche de los finaos con música, bailes y una gran hoguera.
·CATALUÑA: LA CASTANYADA
La Noche de los Santos en Cataluña es sinónimo de Castanyada. Esta fiesta que procede del siglo XVIII tiene una gran protagonista: la castaña asada. Además de honrar a los muertos, los catalanes celebran así la estación del otoño. Su
origen está relacionado a un antiguo ritual funerario en el que las
familias se reunían alrededor de la mesa para recordar a sus difuntos
mientras comían frutos típicos del otoño como castañas y boniatos hechos
a la brasa, junto a dulces como fruta confitada y panellets. Estos riquísimos dulces hechos a base de mazapán y cubiertos de piñones
(también hay de coco, café y chocolate) inundan los escaparates de las
pastelerías catalanas durante estos días. La bebida típica para
acompañarles: un vinito dulce de moscatel.
Esta fiesta está relacionada con personajes como los campaners,
que tras atiborrarse de castañas y dulces para cargarse de energía
tocaban las campanas de las iglesias durante toda la noche en memoria de
los fallecidos. Otro protagonista clave de estas fiestas es la figura
de la castanyera, una mujer mayor con la
cabeza cubierta con un pañuelo que vende castañas asadas calentitas
envueltas en papel de periódico. Esta fiesta también se celebra en otras
zonas de España como Valencia, las Islas Baleares y Aragón.
·PAÍS VASCO: GAZTAÑARRE EGUNA
Hablar de la fiesta de Todos los Santos en el País Vasco es hacerlo de Gaztañarre Eguna,
es decir, la fiesta de la castaña asada. Es una tradición gastronómica
en la que familia y amigos se reúnen para celebrar una cena merienda
donde no pueden faltar caracoles en salsa, motokil (una masa hecha con harina de maiz), y castañas asadas de postre.
Es una tradición muy arraigada en la zona baja del río Deba, en
municipios como Eibar, Ermua o Soraluze (en Guipúzcoa). Antiguamente
sólo podían celebrar esta fiesta los hombres, aunque hoy día
(afortunadamente) no hay distincion de sexos. Eso sí, ahora no se lleva
cenar en casa, sino que la gente sale a los restaurantes del pueblo para
darse este homenaje en recuerdo de sus difuntos.
·EXTREMADURA: DÍA DE LA CHAQUETÍA
Llega Halloween y los extremeños no pierden oportunidad para salir al
campo a divertirse en su conocido día de la Chaquetía. Los jóvenes y
niños son los protagonistas. Cargados de castañas, nueces, almendras,
higos, granadas, membrillos, manzanas y algún dulce casero como el dulce
de membrillo, las tortas o las bollas, los chavales se reúnen en el
monte con los amigos para pasar un buen rato.
Según la tradición, mientras los mayores se reunían en torno a unas
buenas migas o unas gachas, los niños salían el día anterior por las
calles del pueblo para pedir a los vecinos los frutos otoñales que
formarán esta popular merienda. Los pequeños van cantando cosas como "Tía, tía, dame la chiquitía, que si no no eres mi tía" o "Tía la chaquetía, los pollos de mi tía, unos cantan y otros pían, y otros piden ¡castañas cocías!". Esta tradición aún se mantiene en pueblos como Zafra, Torreorgaz, Mérida o Puebla de Alcocer entre otros muchos. En la actualidad, la labor de los colegios es fundamental para que no se pierda esta ancestral costumbre.
·CÁDIZ: LA FIESTA DE TOSANTOS
Los gaditanos trasladan su particular carnaval al mercado en su fiesta de Tosantos. Lo curioso es que aquí no sólo son las personas las que se disfrazan, sino también los animales y verduras del mercado. No te asombres de ver un cochinillo ataviado con peluca y collares o la cabeza de un pescado sonriendo con sombrero.
En estas fechas más de 80 puestos de los mercados Central y Virgen del
Rosario participan en el Concurso de Exornos de Puestos de los mercados
municipales recreando escenas cómicas con muñecos hechos con frutas,
verduras, carnes, pescados y frutos secos que representan (y critican) a
políticos y personajes de la sociedad española. La fiesta se completa
con actuaciones musicales, espectáculos, conferencias y degustaciones.
No pueden faltar los frutos de otoño como las castañas o las nueces, ni
los dulces como los huesos de santos y los buñuelos rellenos de cidra.
·SANLÚCAR DE BARRAMEDA: LOS PUESTOS DE LOS SANTOS
Con motivo de la celebración de la Festividad de Todos los Santos, permanecen instalados en la
céntrica plaza de San Roque unos puestos de productos frutales, que se abren de manera extraordinaria durante estos
días y que están regentados por comerciantes del mismo mercado, se
ofrecen tanto frutas exóticas, como de temporada y gran variedad de
frutos secos, cuya adquisición en estas fechas se ha convertido en una
tradición en la ciudad.
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